Un invierno especialmente seco y lluvias que no llegan desde hace semanas, ha mantenido una constante de cielos despejados. La falta de precipitaciones se refleja claramente en la ocupación de los embalses, que en el conjunto de España roza un preocupante 44%.
La situación en los pantanos de León es algo más esperanzadora. El agua embalsada se encuentra en el 64%, por debajo de los datos de 2021 pero por encima de los registros de la última década.
En 2021 y durante la segunda semana de febrero, el agua embalsada superaba el 79% en los de la Corporación Hidrográfica del Duero en la provincia de León. Sin embargo, la media de los últimos diez años es de un 60%.
El embalse de Barrios de Luna se encuentra al 63,64% de su capacidad mientras que, en 2021, rozaba el 83%. Igual que en este caso, la media de la última década apenas alcanza el 57%.
Situación similar en el embalse de Riaño, que se encuentra al 77,54% de su capacidad a fecha de 8 de febrero. La misma semana del año anterior se encontraba al 83% mientras que la media de los últimos 10 años es de un 64%.
Una situación de sequía a la que, por el momento, los embalses de León escapan con la vista puesta en lluvias que alivien los pantanos y aumenten su capacidad.