El fin de la pandemia, o la pausa, (que tampoco está nada claro), presuponía un punto y a parte en la recuperación económica. No obstante, y como no hay dos sin tres, la invasión de Rusia a Ucrania amenaza con provocar una subida de precios en los supermercados. De todas formas, no todas las subidas que estamos comenzando a apreciar están motivadas por el conflicto, solo hay que ver los aumentos diarios del precio de la luz.
A estos problemas de precios e inflación se le suma el posible desabastecimiento de diferentes productos que podría agravarse debido a los problemas a los que se enfrenta el sector del transporte en España. Cabe destacar algunos conflictos menores que ya se han producido en algunos supermercados por las escasas garrafas de aceite de girasol.
La Asociación del Transportistas ha advertido de la "debacle económica y desabastecimiento" al que España se enfrenta si el Gobierno no adopta "de forma inmediata" medidas para paliar los efectos que los alto precios de los carburantes está causando en el sector.
La patronal recuerda que el transporte de mercancías por carretera es "imprescindible" para abastecer tanto a la población como a casi todos los sectores económicos, sobre todo en un país como España, donde el 95% del movimiento terrestre de mercancías y el 70% de las exportaciones a Europa se realiza por carretera a cargo de 360.000 camiones.
Actualmente, el precio medio del gasóleo se encamina a superar 1,95 euros por litro, lo que supone una subida del 40% desde enero de 2021. Pero no solo se encarecen la electricidad y el petróleo, también los precios de los alimentos como el pan, la carne o bebidas como la cerveza.
Motivo de todo ello es que Rusia es el primer país en exportaciones de trigo, mientras que Ucrania suministra el 35% de todos los cereales que entran en la Unión Europea. De momento, el conflicto ha provocado que algunos supermercados de nuestro país hayan tenido que racionar la venta de aceite de girasol, ante el acopio de algunos consumidores por el temor al desabastecimiento.
Pero al margen de la alimentación, ambos países en conflicto son abastecedores relevantes de metales que intervienen en la fabricación de automóviles, dispositivos tecnológicos y electrodomésticos, por lo tanto, el conflicto repercutirá en más sectores.
El Gobierno de España, ha asegurado que no hay "ningún riesgo" de falta de suministro de cereales o fertilizantes en España por el conflicto en Ucrania, aunque ha advertido de la repercusión directa de la guerra en términos de precios. No obstante, la suma de acontecimientos nos deja a la espera para ver que medidas se toman para parar la sangría que se avecina.