León tiene muchos personajes populares que han conformado la historia de esta tierra. Casual o no, el nacimiento en Busdongo de Arbas – Villamanín de su hijo más ilustre, viene pasando inadvertido a la inmensa mayoría porque al final, en los pueblos, no somos mucho de comentar en público las cosas de los vecinos. En el fondo todos nos conocemos y sabemos de que pie cojeamos. Por si acaso, calla de los demás no sea que hablen de ti. Esto no es más que un dicho popular que como todos sabemos son los más sabios de los dichos.
Amancio Ortega, si, el patriarca de Zara, hijo de un ferroviario instalado en la frontera entre León y Asturias vio su primera luz en esta pequeña población de la montaña leonesa en el mes de marzo de 1936. Eran años duros y difíciles para todos.
Ha llovido mucho desde entonces, pero la realidad, que es obstinada, pone en evidencia que el origen no es condición para lograr tu sueño. Si Amancio lo hizo, los demás también pueden. Tal vez para otras cosas que no representen amasar una fortuna incalculable que intuyo da más problemas que otra cosa, pero si para acercarnos a esa idea un poco abstracta de ser felices con lo que hacemos y vivimos.