Hace justo cinco meses, el superviviente recibió el homenaje que tuvo lugar en San Marcos, el que había sido uno de los campos de concentración franquistas más duros, reconvertido hoy en un lujoso parador.

Durante y al finalizar la Guerra Civil española, entre 1936 y 1939, pasaron por el hoy emblemático parador leonés, al menos entre 15.000 y 20.000 personas. San Marcos fue uno de los campos más letales y terribles del franquismo, uno de los que más prisioneros reunió y donde probablemente mayor brutalidad se produjo. El mismo Sala emocionado, declaró en su homenaje: "Y soy el último".

Se ha ido la persona, pero el recuerdo y la consciencia de lo sucedido ha de ser aprendizaje para esta sociedad a veces falta de valores y consciencia de la historia de España.