Con abundantes espesores de nieve, se está cerca de aislar a la provincia leonesa con las comunidades al norte de Asturias y Cantabria a través de la Cordillera Cantábrica a causa del enorme impacto que deja el temporal.
A última hora de la tarde del sábado, el panorama con datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León hace tiempo que no tiene precedentes: se contabilizan un total de siete puertos de montaña totalmente cerrados al tráfico rodado mientras suman 19 aquellos en los que es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de nieve, con prohibición expresa de circulación de camiones.
Entre las vías de comunicación principales, permanecen con cadenas por ejemplo el puerto de Pajares y sus aledaños, en la N-630, así como San Glorio en la N-625 y El Pontón en la N-626. En nivel amarillo, es decir, extremando al máximo la precaución, continúan tanto la autopista León-Asturias AP-66 como el puerto de El Manzanal que une León con la comarca del Bierzo.
La previsión es que continuarán las precipitaciones fuertes y en una cota muy baja de 600 metros, la situación puede aún empeorar más. De ahí que es trascendental evitar cualquier desplazamiento que no sea imprescindible y que además pueda realizarse con unas garantías mínimas.