La montañesa población de Matallana de Torío se apunta a la náutica desde que un barco de pequeño formato para la pesca deportiva ha aparecido varado a la salida del barrio de San Lorenzo junto a los huertos que pertenecen a las casas de La Vasco.
La globalización tiene estas cosas y ya cualquier persona puede desarrollar aquella actividad que prefiera allá donde sea. De cualquier forma, el barco en cuestión está en el dique seco, suponemos para ser sometido a los intensos mantenimientos que exige cualquier tipo de embarcación marítima.
Matallana está bañada por el Torío y es una cuenca importante en población truchera que no podrá ser practicada con este tipo de embarcación por mucho que su cauce pueda aumentar.
De cualquier forma, el lugar y la paz que lo preside es un sitio idóneo para trabajar en él hasta dejarlo en las mejores condiciones para reencontrarse con el mar, si es que su dueño así lo considera. De momento su presencia es ya una atracción más en la cuenca minera.
Lo próximo tal vez sea un avión reconvertido en restaurante de carretera. Ahí lo dejamos por si alguien quiere recoger el testigo y crear un nuevo aeródromo entre las montañas leonesas donde el yantar y el libar estén por encima del volar.